Ítalo Violo V.
En estos meses nuestra Asociación ha entrado en una nueva etapa que se ha iniciado como una consecuencia lógica del trabajo que venimos realizando y de los cambios que se vienen dando en el país.
Más que nunca nos hemos dado cuenta de la importancia de una legislación correcta y de la participación para hacer valer los derechos que nos otorga la Ley Para Personas con Discapacidad. Es importante recalcar que sin la participación activa de cada uno de nosotros no podremos darle vida al espíritu de la Ley.
En esta ocasión nos hemos interesados en la inserción laboral, la cual está contemplada en los artículos 26 al 30 de la misma y tomando el artículo 28 como bandera que vindica un porcentaje de al menos cinco por ciento de las nóminas de las empresas venezolanas deben ser ocupadas por personas con discapacidad.
En vista de lo anterior la Asociación Civil Útil y Victorioso se ha empeñado en abordar esta situación de manera integral. Para ello estamos canalizando varias acciones; entre ellas tenemos la evaluación de los posibles candidatos al trabajo, elaboramos sus perfiles, creamos sus currículos mostrando sus habilidades desde una perspectiva especial.
Estamos yendo personalmente a las empresas para tratar más de cerca el tema. Elaboramos cartas personalizadas que les entregamos en las cuales hacemos de su conocimiento la necesidad de cumplir la Ley, pero también les hacemos saber a sus directivos que las personas con discapacidad son una buena adquisición con habilidades suficientes para llevar a cabo las tareas que les son encomendadas.
Para continuar, y creemos que esta parte es la más importante y trascendental, hemos desarrollado un proyecto para crear un “CENTRO DE DESARROLLO INTEGRAL PARA LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD” que tendrá como objetivo restaurar a quienes tienen limitaciones especiales en cada uno de los aspectos de su vida. Tocando el asunto laboral, este proyecto apuntará a la preparación físico-intelectual para formar técnicos que puedan entrar en el mercado laboral, lo que incluye su seguimiento para ubicarlos en las empresas hasta que no requiera de más apoyo para continuar desempeño.
En esta primera etapa estamos visitando las empresas de la industria petrolera y gasífera ya que este sector es el máximo empleador de la zona en la cual estamos ubicados. Nos hemos encontrado con mucha resistencia solapada para cumplir con la Ley. No obstante sabemos que debemos insistir e intentar por todos los medios posibles y legales para que finalmente la cuota estipulada sea cumplida.
Animo a todas las personas con discapacidad de Venezuela para que nos sigamos organizando y sigamos ganando espacios. Desde acá seguiremos informando y produciendo material escrito que ponemos a la orden de tal manera que pueda ser utilizado por todos.
Rumbo a la esperanza
Daniel, con su bastón en la mano derecha y su bambolear muy particular empuja mi silla de ruedas rumbo a las oficinas del Consorcio SVS. Sonreimos cuando lo vimos desde el carro. Detrás le seguían el resto de compañeros con sus muletas cual ametralladoras y sillas como tanques de guerra listos para la conquista.
Esta imagen era inconcebible hace poco en Venezuela, hombres con aparatos auditivos, muletas, bastones, y sillas de ruedas visitando empresas petroleras y gasíferas en solicitud de trabajo. La ambulancia al fondo no era para nosotros sino que forma parte del sistema de prevención y seguridad del Consorcio.
La falta de accesibilidad impone un esfuerzo doble a todos. Arquitectos e ingenieros jamás soñaron que en construcciones de este tipo, diseñadas para rudos trabajadores, anduviesen personas con diferencia funcional.
Desde ahora solicitaremos que las construcciones petroleras se adecúen con accesibilidad para que podamos laborar en ellas.